sábado, 21 de octubre de 2017

Miguel Polo el agradecido

José Miguel 'Polo' Lázaro (Almería, 1950) culmina su carrera deportiva en la Gimnástica Segoviana donde juega dos temporadas (83-84 y 84-85) en las que está a las órdenes de Alejandro Adrián de Miguel y Jesús Bellota en la primera de las campañas y Emilio Cruz en la segunda. Polo comienza su trayectoria en la Segunda división en el Calvo Sotelo para posteriormente recalar en el Mallorca y Osasuna en la categoría de plata. Seis temporadas en el Getafe Deportivo son la antesala de las dos campañas en las que el almeriense deja huella en La Albuera con el equipo en el grupo VII de la Tercera División. El andaluz llega a Segovia precedido por un carácter particular como el que le hace renunciar a jugar en el Almería a las órdenes de José María Maguregui (Miravalles, Vizcaya, 1934; Bilbao 2013) en Primera División por el maltrato deportivo que sufre su hermano Salustiano Polo (Almería, 1952) en el plantel que prepara el técnico vizcaíno.

Miguel Polo, con 32 años y empleado de banca en Getafe al incorporarse al por aquél entonces equipo celeste, pronto se convierte en uno de los jugadores más queridos por la parroquia segoviana por su calidad y por su entrega sobre el recientemente estrenado verde de La Albuera. Además, y gracias al respeto que le profesan sus compañeros se convierte en portavoz involuntario cuando llega la hora de reclamar a la directiva las nóminas atrasadas o el impago de las primas. 

Después de dos campañas en las que Polo marca las diferencias en Segovia con su visión de juego y llegada al área contraria, transmite a la directiva su intención de continuar en la Gimnástica pero Emilio Cruz descarta su renovación por cuestiones deportivas. Pese al contratiempo, Polo asume la baja como ley de vida deportiva y pide al presidente Pedro Antonio Hernández Escorial poder despedirse de la afición segoviana y del fútbol en un partido amistoso que se disputa el 24 agosto de 1985 ante el Real Ávila en La Albuera y que vencen los celestes por 4 tantos a 2. La despedida del almeriense es la soñada por todo jugador puesto que anota un tanto - que pone por delante a los segovianos 2-1 - un minuto antes de ser retirado del terreno de juego a la media hora de partido.

Días antes del choque, Miguel Polo remite una carta a los aficionados a través de los medios de comunicación en la que lamenta "no haberles ofrecido mis mejores años de futbolista porque, creanme, en 19 años de profesional jamás había encontrado una afición tan entrañable"; "Me iré a casa con el recuerdo imborrable de una afición que me ha dejado huella", concluye Polo en su carta. Para que luego digan que la afición segoviana es fría. Años después y como entrenador, Polo dirige entre otros al Parla (87-88); Atlético Madrileño (91-92) y Fuenlabrada (99-00).

Fuente: El Adelantado de Segovia; bdfutbol.com; La Voz de Almería.
Captura de pantalla: bdfutbol.com 

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