martes, 23 de enero de 2018

Valeriano Cuéllar


Valeriano Cuéllar empieza su singladura en la Gimnástica en el equipo juvenil en la temporada 70-71 un equipo que entrena Pilín y en el que coincide con Julio Vegas, Jesús Bellota, Julito o Ángel Cerezo, entre otros. Después de jugar media temporada en Arévalo y otra media en el CD Acueducto, Valeriano regresa a la Gimnástica para no abandonarla hasta finales de la temporada 84-85, última campaña antes de su retirada. Valeriano, como el mismo se define era un jugador «físicamente bueno y técnicamente regular o malo». Lateral derecho, central marcador o centrocampista, Valeriano se desenvolvía en toda aquella zona del terreno de juego que requiera contundencia y despliegue físico.  
Durante muchas temporadas era el responsable de ejecutar las faltas y penaltis lo que le permitió incluso ser el máximo goleador del equipo en alguna campaña. Sin apenas problemas físicos en toda su carrera, forma parte del selecto grupo de jugadores que ronda los 500 partidos como jugador gimnástico. Durante algunas de sus temporadas, Valeriano compartió vestuario con sus primos segundos Ernesto Cuéllar y José Vicente Cuéllar. 
Con un carácter muy particular que le llevó a ser expulsado «alguna que otra vez» todavía recuerda Valeriano cientos de anécdotas como la de aquél día en el Adolfo Suárez de Ávila en que tuvo que salir escoltado por la policía hasta el autobús del equipo «porque me eché la mano a los huevos para provocar a la grada». Las cosas de Valeriano, uno de los grandes de la historia de la Gimnástica. 
Algo decepcionado por su salida de la Gimnástica al no celebrarse el partido homenaje que, según él, le prometió Pedro Antonio Hernández Escorial, Valeriano se centró en sus negocios de hostelería y apenas ha acudido a la Albuera a ver partido alguno del que fue su club durante quince temporadas.  Genio y figura.

Foto: Valeriano en una foto tomada en el Peñascal en la temporada 72-73/ autor desconocido
Imagen cedida para su utilización en el blog por Valeriano Cuéllar

martes, 9 de enero de 2018

Un astro balompédico

Uno de los mejores jugadores que ha dado la provincia de Segovia es, sin duda, Ciriaco Cuesta 'Cuestita'. Nacido en 1907 empieza su trayectoria profesional en el Deportivo de la Coruña para recalar de manera inmediata en el Athletic de Madrid en la campaña 29-30 permaneciendo hasta 1936 con un breve paso por el Sporting de Gijón en 1932.  Allí se mantiene como un jugador de referencia hasta 1936.  El Imperio FC también cuenta en sus filas con Cuesta en la temporada 39-40.

Tras su frustrante periplo en Coruña donde tiene problemas con el entrenador, Cuesta irrumpe por la puerta grande con el Athletic de Madrid y así lo refleja la prensa: «Jugador admirable, maestro en el pase y con la virtud  de poseer una movilidad endiablada»; «desde que él forma parte de su quinteto (el ataque del Athletic)  hay en su juego más vida, más unión y más peligro para el enemigo». Estas impresiones aparecen en el número 317 de la revista ilustrada Gran Vida en su número de diciembre de 1929. Es tal la repercusión de Cuesta que la revista, toda una referencia del cada vez más pujante mundo del foot ball, otorga la portada al segoviano. Las virtudes de Cuesta son todavía mayores para el mencionado medio «a pesar de su figura de muñeco». «Su clase es científica y sabe el secreto de hacer jugar a los demás», recoge también el amplio artículo que detalla las virtudes de 'Cuestita' en Gran Vida. 

La Segoviana recibe a Cuesta con los brazos abiertos en 1936 en un homenaje en el Stadium Chamberí ante el Athletic de Madrid el 31 de mayo de 1936 y que recoge la prensa nacional. Cuesta se alinea con sus paisanos pero no puede evitar la lógica victoria colchonera (4-7). Por la Gimnástica, según referencia El Adelantado de Segovia, juegan Domínguez; Sánchez, Román; Zapico, Valcárcel, F. Pérez; Segundón, Cuesta, Garrido, Hilario y Alberto. Por el Athletic participan Guillermo; Pasarín, Espasandín; Santos, Arocha, Nico; Gabilondo, Ricardo, Estomba y Sornichero. El partido, desigual desde el inicio se equilibra en la segunda mitad cuando varios jugadores del Athletic se pasan a la Gimnástica. Cuesta, requerido por la directiva azulgrana en un mal momento institucional, ejerce de entrenador en la temporada 45-46 salvando la categoría en Tercera División.

Fuente: Gran Vida; nº 317 diciembre 1929; Pág. 383.
El Adelantado de Segovia; 1 de junio de 1929;
ABC; 1 de junio de 1929;
Imagen: Captura de pantalla de la portada de Gran Vida de diciembre de 1929 con una foto de Cuesta de un ejemplar en depósito en la Biblioteca Nacional de España.